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Combatir la Pandemia con Datos Abiertos

Foto del escritor: Gonzalo ReyesGonzalo Reyes

Actualizado: 5 may 2022

En una nueva sesión del ciclo Verano de Datos abiertos Constituyente, organizada por Flacso-Chile y Fundación Abriendo Datos, la reflexión giró en torno a los nuevos escenarios en tiempos de la Covid-19, donde lo digital ha sido un factor principal y transformador, pero al mismo tiempo, deja de manifiesto que existen importantes brechas en el acceso y el uso de los datos, lo que profundiza las desigualdades.

En la cuarta jornada del ciclo Verano de Datos Abiertos Constituyente denominada “El impacto de la Covid-19 en los estados, localidades y empresas”, la discusión no solo se centró en las consecuencias a nivel político, económico y social, sino que también entregó algunas claves para enfrentar la Pandemia por medio del aporte de los datos.

Los primeros análisis surgieron de los promotores del encuentro, Rodrigo Ramírez Pino, Coordinador del Proyecto de Política Pública y Desarrollo Digital de Flacso-Chile y Patricio Urriola, Director Ejecutivo de la Fundación Abriendo Datos, quienes coincidieron en lo relevante que ha sido el tema de “experimentar”. De acuerdo a Ramírez Pino “no hay mejor laboratorio -en tiempo real-, que las consecuencias, efectos, el impacto de la Covid, y las expectativas que teníamos sobre el uso del dato abierto con propósito”. Al respecto y en esa misma dirección, Urriola fijó la necesidad de construir como país una “agenda de datos abiertos”.


En el turno de los expositores, Nicolás Schubert, experto en temas tecnológicos y de comercio internacional en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, analizó el impacto de la Pandemia a nivel de Estado, donde precisó que nuestro país ha catalizado y avanzado en las transformaciones digitales y de comercio digital en “aproximadamente cinco años”. Esto quedó demostrado durante 2020 con la fuerte alza de compradores online y la adquisición de productos de primera necesidad.


En esta misma línea, Schubert comentó que “Internet ha modificado la democratización en la participación de un tipo de industrias que antes estaban cerrados a la mayor parte de la población” y enfatizó que ambos procesos han generado una nueva economía “con costos medios de producción decrecientes, amplia gama de producción, modestos requerimientos de capital - referido a menores barreras de acceso-, entre otras”.


Nicolás Schubert también apuntó a Internet como un recurso fundamental y que se debe caracterizar por ser “una plataforma global abierta y participativa de innovación, que permita participación social e interacción entre las personas y que asegure un acceso competitivo de los servicios de telecomunicaciones chilenos”.


El experto en temas tecnológicos y de comercio internacional precisó que, a pesar de las telecomunicaciones y el comercioelectrónico, Chile debe seguir profundizando en materias de economía digital global, porque “estamos en una posición privilegiada al ser un país que puede servir como bisagra entre un país que está desarrollado y otro en vías de desarrollo. Por lo tanto, “debemos generar una conexión entre la política comercial y la política de competencia, comprendiendo que la competencia promueve el bienestar social agregado, sobre todo en un contexto de alta innovación”, finalizó.


En un nivel más político y social, Verónica Pinilla, Directora del Instituto Desafíos de la Democracia y Ex Vice Presidenta de la Comisión de Gasto Público del Ministerio de Hacienda, tomó como puntos claves el acceso y entrega de datos en torno a la información presupuestaria. En referencia a ello, la experta explicó que Chile no es ajeno a lo que ocurre en el mundo. “La gran brecha presente, es la brecha digital entre ricos y pobres, entre aquellos que tienen disponibilidad de utilizar plataformas o utilizar datos a través de estas plataformas, entre quienes pueden acceder y quienes no, y genera un escenario de desigualdad muy grande”.


A este panorama, la Directora del Instituto Desafíos de la Democracia, añadió otro elemento al revisar la Encuesta de Presupuesto Abierto, donde los resultados del país -en términos de información-, son bastante bajos. “Nuestros resultados están mucho más cercanos al promedio latinoamericano que al de países de la OCDE, en términos de acceso a la información, calidad y usabilidad de información, participación pública y de información que permita que la población se acerque a datos tan sensibles como es la generación del presupuesto de la nación”, analizó.


Frente a lo anterior y de acuerdo al estudio liderado por Pinilla, se deben considerar algunos objetivos que permitirán avanzar en materia de transparencia fiscal y manejo de recursos como: declarar objetivos nacionales medibles, facilitar el debate presupuestario, generar un sistema de monitoreo y evaluación del proceso presupuestario, incluir más transparencia, trabajar en una mayor participación pública y forjar mayor empoderamiento ciudadano.

La expositora concluyó adicionalmente a estos objetivos que “el poder central se tiene que hacer cargo no solamente de entender la necesidad de generar el dato de una manera muy sencilla y más accesible, debe generar condiciones adecuadas para aquellas instituciones que producen información, para que esta sea no solo para la producción de otra información relevante, sino para que una audiencia mayor esté a disposición de poder utilizarla” y enfatizó que “las reformas que deberíamos convocar en un proceso de modernización, sea una reforma al proceso presupuestario chileno,que tiene muchos pendientes en torno a la transparencia fiscal, acceso a la información, publicación y con el acceso a una participación de una ciudadanía que pide mucho másincidencia en este tipo de política pública”.


Un ejemplo de cómo deben funcionar los datos con propósito en nuestro país, a pesar de las diversas barreras existentes y sortear los más duros momentos de la Pandemia, es la experiencia que entregó el especialista José Luis Jiménez, Jefe del Departamento de Gobierno Abierto, Transparencia y Tecnologías Digitales en la Municipalidad de Puente Alto.

Jiménez abordó esta discusión demostrando que, a nivel local, es posible combatir la Covid con apoyo de los datos. “Nosotros teníamos hasta antes del inicio de la pandemia una alta convocatoria de participación de la ciudadanía. Centralizamos un poco la información, para poder tener bases de datos contundentes que nos permitieran hacer gestión” y con el confinamiento “nos vimos muy limitados en torno a la participación presencial”.


Uno de los modos de luchar contra esta limitante, aseguró Jiménez, fue trabajar en una estrategia que debía cumplir con tres aspectos: “una gestión con sentido en el valor público, con programas de calidad y eficiencia, y una gestión participativa integrada”. Sumado a estos elementos, el Municipio consideró contar con un departamento adecuado al contexto que se estaba viviendo.


A contar de la labor realizada en el Departamento de Gobierno Abierto, Transparencia y Tecnologías Digitales, el experto mencionó que la Unidad “tomó en cuenta esas necesidades con todas las áreas de trabajo que teníamos. Permitió trabajar con datos, publicar en transparencia de manera directa, abrir información que tuviera valor público, tener contacto con comunidades y organizaciones”.


En términos de resultados, los avances fueron notorios en la relación entre las comunidades y el Municipio. Según José Luis Jiménez “nos empezamos a dar cuenta que las organizaciones que tenían un vínculo directo con nuestro municipio, comenzaron a perderla ligazón en relación a lo que podían y no podían hacer” donde la gran premisa de esto fue “la gestión con sentido, la participación ciudadana acorde a la realidad cultural y, la innovación y coordinación han sido factores preponderantes”, destacó.


La jornada del ciclo Verano de Datos Abiertos Constituyente concluyó con un análisis común de los expositores para la realidad chilena, donde expresaron que nuestro país debe tener en consideración para su futuro el generar nichos de democratización que sean capaz de disminuir brechas, como las digitales. Para lograr esto, manifestaron que se requiere de transparencia, un cambio cultural que permita entregar información clara a la ciudadanía, una gestión con enfoque en el valor público y velar por una mayor participación.


Enlace: “El impacto de la COVID-19 en los estados, localidades y empresas”.


Enlace: “Verano de datos abiertos Constituyente”

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